LA ANSIEDAD

¿QUÉ ES?

La ansiedad es una emoción muy frecuente que experimentamos a lo largo de nuestra vida. Es una respuesta adaptativa ante una situación que necesitamos responder de inmediato. No solo sentimos ansiedad ante un miedo, también sentimos ansiedad en el amor o el placer.

La vida son cambios continuos que exigen adaptación. Situaciones, acontecimientos que nos sacan de nuestra zona de seguridad, costumbre, rutina. Ante un peligro, real o imaginario la ansiedad se presenta como un sistema de alarma que pone a la persona en alerta.

Es importante valorar la ansiedad como parte de la vida. Si logramos elaborar la ansiedad producimos elementos creativos a partir de los que evolucionamos Algo que, aunque muy desagradable, no necesariamente es tan malo. Es lógico que nos sintamos intranquilos ante una charla en público, un concierto, un examen, una vez pasada esta preocupación inicial, los síntomas van disminuyendo y nos hacemos con la situación. Cuando esta preocupación es excesiva, persistente y desproporcionada se convierte en crónica, es desadaptativa, en lugar de ayudarnos nos incapacita, dificulta las relaciones y el desarrollo personal.  Iría desde un vago malestar hasta una situación totalmente incapacitante.

 

¿CÓMO SE MANIFIESTA?

La ansiedad se presenta cuando aparece un miedo o malestar intenso con un conjunto de respuestas tanto fisiológicas como cognitivas y conductuales

Respuestas fisiológicas:

  • El corazón comienza a latir más deprisa, taquicardia
  • La respiración se acelera, sensación de ahogo
  • Rigidez muscular
  • Náuseas
  • Boca seca
  • Temblores en las extremidades
  • Comenzamos a sudar, transpiración
  • Sensación de mareo

Respuestas conductuales:

  • Movimientos corporales
  • Hablar rápido, gritar
  • Morderse las uñas

Respuestas cognitivas:

  • Mecanismo de evitación: huir de las situaciones que producen  incomodidad.
  • Conciencia aumentada o disminuida de lo que nos rodea, tendemos a observar lo negativo.  Pensamientos negativos y obsesivos.

 

¿CÓMO PUEDE PREVENIRSE Y COMBATIRLA?

Prevenir la ansiedad  va encaminado a reducir la tensión ante diversas situaciones y problemas de la vida cotidiana.

La respuesta ante una situación que genera ansiedad depende de los recursos  individuales y sociales de que dispongamos para afrontar el problema y de si percibo que soy capaz de resolverlo.

Hay técnicas y ejercicios que ayudan a afrontarla a nivel fisiológico, emocional y mental.

A nivel fisiológico: favorecer el ritmo biológico de la respiración, inspirar y espirar. Respiración lenta, profunda e intencionada.

A nivel emocional: cualquier emoción es energía y la naturaleza de la emoción es moverse. Caminar, correr, nadar, ir en bicicleta te ayudarán.

A nivel mental: valorar la ansiedad como una posibilidad no como una amenaza. Detectar pensamientos inadecuados que favorecen el mantenimiento de la ansiedad. Recordar el mantra “Esto pasará”.

Es muy importante el reconocimiento de señales que nos indican que los síntomas de ansiedad están empezando. Mantener una actitud activa y creer en nuestra propia capacidad para superarlo.

Enfrentarnos a esas sensaciones tan desagradables en momentos puntuales no significa la presencia de un trastorno. Si tenemos una dificultad importante a la hora de controlar las preocupaciones, si las sensaciones de ansiedad son muy intensas perduran en el tiempo y perturban nuestro bienestar personal, familiar social no desestimemos las señales y acudamos a un profesional.